12 de junio de 2014

Noche mágica en Hamburgo


Con mi entrada de ayer tuve un problema que conseguí resolver en parte. Decía que el núcleo y la justificación de la misma era una presentación en PowerPoint sobre el puerto de Hamburgo. Sin embargo, al intentar ‘subirla’ al blog, no pude hacerlo, lo que desmantelaba por completo el texto. Finalmente lo logré, aunque sin la música.

Un cocodrilo no es un avestruz. Aplicando tan poderosa lógica, y pensando un poco, me di cuenta de que la presentación no era un vídeo y no podía cargarla como tal. Busqué entonces en Google el modo de hacerlo y me encontré con la ayuda de una presentación didáctica excelente. Como ya dije que uno de los objetivos de mi blog era enseñar lo poco que uno pueda, doy la correspondiente dirección, por si alguno de mis lectores tiene un problema parecido al mío. Ahí va:

https://docs.google.com/presentation/d/17t05qF9BVgSLI9rmhmN3PxApI0C41uazSPQAET7_Bh8/edit#slide=id.p6

Ya estoy haciendo de maestro Ciruela, esta vez sabiéndolo. ¡Quién sabe las veces que lo habré hecho sin darme cuenta! Lo de siempre: mi intención es buena.

Tengo todavía que tratar de cargar la música de la presentación y porfiaré algo más. Sólo un poco, porque lo importante aquí son las diapositivas. De hecho, y para simplificar, inserto ahora unas pocas de ellas, para mostrar el ambiente de este evento de Hamburgo, sobre el que monté alguna elucubración mía en torno a los veranos y felicidades efímeros. Creo que en mi entrada anterior ya se tienen que ver todas, pinchando en el vínculo que inserté.

Incidentalmente, muchos comentarios que he visto en Youtube, sobre el vídeo de la húngara Katica Illenyi cantando La Paloma, subrayan su voz aterciopelada y su belleza. Definitivamente, es un encanto. Al final grita un ¡Olé!, que enardecería a los muertos.
 



 

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