Palabras clave (key words):
acertijo francés, clases de inferencia, Charles Sanders Peirce.
La entrada de hoy empieza con
un acertijo en francés; me consta que algunos de mis lectores manejan bien ese
idioma. Se trata de leer lo siguiente:
C3 M355493 357 B13N DIFF1C1L3 4 L1R3
M415 VO7R3 C3RV34U 5’4D4P73 R4P1D3M3N7.
4U COMM3NC3M3N7 C’357 D1FF1C1L3,
M415 M41NT3N4N7 VOU5
Y P4RV3N3Z 54N5 D1FF1CUL73.
C3L4 PROUV3 4 QU3L PO1N7
VO7R3 C3RV34U L17 4U7OM4T1QU3M3N7
54N5 3EFFOR7 D3 VO7R3 P4R7.
5OY3Z F13R C3R741N35 P3R50NN35
3N 5ONT INC4P4BL35.
P4R7A93R 51 VOU5 4V3Z REU551 4 L1R3 C3
73X73.
Preparar
algo parecido con un texto español, me resulta tedioso. Para los lectores a los
que resulte también fatigoso el buscar la solución, muestro el texto francés:
Ce message
est bien difficile à lire,
mais votre
cerveau s’adapte rapidement.
Au commencement
c’est difficile,
mais
maintenant vous
y parvenez
sans difficulté.
Cela
prouve à quel point
votre
cerveau lit automatiquement
sans
effort de votre part.
Soyez
fier, certaines personnes
en sont
incapables.
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si vous avez réussi à lire ce texte.
Lo que me interesa señalar ahora es que, al
descifrar este enigma, el cerebro va un poco por libre. No lo resuelve mediante
un proceso lógico, pautado, exhaustivo, aunque tampoco es en modo alguno un
desarrollo irracional. Supone un razonamiento rápido, directo, que podría
calificarse de intuitivo. Se identifican unas pocas palabras iniciales y ya se
sigue casi sin pensar. Esto me lleva a hablar un poco sobre las clases de
inferencia. Inferir
consiste en sacar una consecuencia de unos datos o conocimientos previos, de
acuerdo con principios formales, lógicos. Para algunos pensadores esto no está
tan claro con cierto tipo de inferencias; tan importantes, que merece la pena
detenerse.
El lector conoce
los términos de deducción e inducción y no me detendré en ellos. Pero hay otro
tipo de inferencia, la abducción —término introducido por Charles Sanders Peirce
en el XIX, aunque hay antecedentes en Aristóteles y Platón—, que representa la
máxima potencia para ampliar nuestro horizonte cognitivo. En la abducción,
pasamos de la observación de ciertos hechos a proponer un principio general que
los explique; es una inferencia que va de un conjunto de datos a una hipótesis
explicativa, de los efectos a las causas, por lo que ha recibido también el
nombre de retroducción, un “razonar
hacia atrás”. Una operación mental que crea ideas nuevas; de ahí su importancia
para la ciencia. El cerebro da un salto adelante y vuela libre. Remedando la
inscripción en un grabado de la serie Caprichos
de Goya, podría decirse que “el vuelo de la razón produce hipótesis”. El
mecanismo de resolución del acertijo francés no es ese, pero lo recuerda
levemente y sirve de pretexto para estas elucubraciones mías.
Es imposible tratar
el tema aquí y me limito a insinuarlo para quien quiera completar su desarrollo
en otro lugar. Pondré sólo el ejemplo de Peirce:
DEDUCCION : Regla:
Todas las judías de esta bolsa son blancas (lo sé). Casos: Tomo unas
judías de la bolsa, sin verlas. Resultado: Las judías son blancas.
INDUCCION: Casos:
Tomo unas cuantas judías de una bolsa. Resultado: Las judías son blancas
(lo veo). Regla: Todas las judías de la bolsa son blancas.
ABDUCCION: Regla:
Todas las judías de una bolsa son blancas. Casos: Veo unas judías
blancas junto a la bolsa. Resultado: Estas judías son de esta bolsa.
La seguridad, la
certeza, del resultado no es la misma en estas tres situaciones; hay una
gradación de la misma. De la deducción a la inducción a la abducción hay una
progresiva pérdida de certeza. Pero hay también un aumento de la productividad
del pensamiento, de la “ubertad” (traduzco del inglés uberty; en latín, existe ubertas).
La deducción explica y prueba que algo tiene que ser; la inducción evalúa y
muestra que algo es y, finalmente, la abducción meramente sugiere que algo
puede ser.
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