26 de agosto de 2014

Sobre la palabra inglesa wobble


En una entrada anterior mencioné la palabra inglesa wobble y ya anuncié que diría algo al respecto. Será una aclaración breve, para señalar un posible error de sesgo que puede darse en el aprendizaje de idiomas. Prescindiré de términos de significado no inmediato para algún lector, como sema, semema, morfema, etc.

Manejar con absoluta corrección una lengua extranjera no es fácil. Con los objetos materiales no suele haber ambigüedades. Con términos abstractos, el vocablo aprendido puede tener un contenido semántico distinto al de la palabra que imperfectamente traduce. El adjetivo ridículo es menos peyorativo en inglés que en español, por ejemplo, y admito que esto pueda ser debatible.

A veces creemos que una palabra, en otro idioma, es más precisa, más ajustada, que otra del nuestro y puede no ser verdad. Aprendí la palabra wobble leyendo algo sobre la caída de un trompo y pensé que se utilizaba sólo con ese sentido. Naturalmente, me pareció más apropiada que las palabras españolas tambalearse, bambolearse, menos específicas. Luego entendí que wobble se aplicaba en otras situaciones y ese juicio se matizó.

En un diccionario inglés-español, veo la traducción de wobble: tambalearse, cojear (un mueble), temblar (las piernas). En otro monolingüe se describe: moverse, o mover, con un balanceo o moción lateral (side-to-side). En fin, la palabra tiene la misma polisemia —los varios significados— que en español y análoga precisión. Mi error de apreciación inicial puede ocurrir con otros vocablos y dar una idea sesgada de su justeza descriptiva.

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